Aprende a decir NO sin sentir culpa

La palabra «NO» es corta y simple, y no cuesta pronunciar, pero ¿qué implica decirlo?, ¿por qué nos cuesta emplearla tantas veces a lo largo de nuestra vida?.

Desde que somos pequeños, nos enseñan a ser obedientes, amables y complacientes con las otras personas, a decir SÍ en todo momento aunque queramos decir NO, a ser serviciales y agradables, sin embargo, esto puede acarrear gran cantidad de problemas en la relación con las otras personas y con nosotros mismos; esto pocas veces lo cuentan.

El problema de ser complaciente

Las personas complacientes, cuya enfermedad está esencialmente provocada por una conducta habitual, se sienten obligadas a ocuparse de las necesidades de los demás a expensas de las propias.

Dentro de la categoría de personas complacientes, estarían aquellas personas que están permanentemente ocupadas en agradar de los demás y sentirse aprobadas por todo el mundo, pero como ya sabemos, esta no es una meta realista, por lo que viven permanentemente inmersas en un fracaso tras otro. Ser amable constantemente supone un precio demasiado elevado.

Aprende a decir NO

La palabra NO, lejos de ser una simple palabra otorga un gran poder a la persona que lo emplea y como cualquier arma poderosa puede ayudarnos o hacernos daño.

Piensa por un momento, en el poder que ejerces sólo con pronunciarla. Puede anular esa cita importante a la que no tienes ganas de ir, puedes decirle a alguien que siempre pide favores que ya va siendo hora de que deje de aprovecharse de ti. Puede ahorrarte dinero y tiempo.

Sin embargo, si no se sabe utilizar correctamente y con cierta maestría, puede hacer que la gente se lleve una decepción, puede herir sus sentimientos, provocar un conflicto, o hacer que se enfaden, lo que puede conllevar un fuerte sentimiento de culpa: («Si hubiese aceptado ir a la cita no se habría enfadado conmigo, si le hubiese hecho ese favor, estaría más contenta»).

Pero, ¿por qué es necesario decir NO?

¿por qué es necesario decir NO?

decir-no

La vida diaria, está llena de cuestiones que nos provocan un deseo irreprimible de decir NO, pero a menudo nos resistimos a utilizar el poder del NO cuando deberíamos emplearlo sin vacilaciones.

Por un sentimiento de culpa o por miedo a un enfrentamiento aceptamos más proyectos, invertimos en las prioridades de otra persona o aceptamos asistir a fiestas que sabemos serán un tostón.

Durante el proceso desperdiciamos nuestro recursos personales más valiosos –tiempo, energía y dinero– en cosas poco importantes para nosotros.

Cada vez que aceptamos hacer algo sin entusiasmo ni interés, malgastamos un poco más de esos recursos, esto sin dejar a un lado nuestro bienestar y autoestima que resulta terriblemente dañada.

Técnicas básicas para decir «NO» 

GANAR TIEMPO

Esta técnica consiste en ganar tiempo antes de responder a una petición. Esto elimina la presión cuando no se te ocurre cómo decir NO de forma diplomática o simplemente necesitas tiempo para tomar una decisión.

Frases típicas que se suelen emplear para ganar tiempo suelen ser:

      • Tengo que pensarlo; ya te diré algo
      • Tengo que consultar mi agenda; después te llamo.
      • Tengo que hablarlo con mi pareja/marido/esposa para ver si estamos libres ese día.
      • Primero tendría que ver cómo ando de dinero.
      • Antes tendría que ver si trabajo ese día.
      • Necesito un poco de tiempo para pensarlo. Te llamaré más tarde/mañana.

DISCO RAYADO

Hay veces que a pesar de haber empleado la primera técnica para ganar tiempo, nos encontraremos con personas que sigan insistiendo. La forma de resistir es emplear la técnica del Disco Rayado.

      • Reconozca que ha escuchado claramente lo que le han dicho, que ha comprendido lo que desea la otra persona.
      • Luego repita su frase para hacer tiempo – como si fuera un disco rayado. La clave de esta técnica es evitar reaccionar frente a la insistencia de su interlocutor, pues, si lo hace, posiblemente pierda el control de la conversación y accederá a la petición.

Sea muy precavido y no responda directamente ni se comprometa frente a la insistencia de su interlocutor, tómese el tiempo necesario, a pesar de lo mucho que insista para convencerlo.

TÉCNICA DEL BOCADILLO

Una forma muy efectiva de decir NO es colocar su respuesta negativa entre dos afirmaciones positivas o complementarias para amortiguar de alguna forma su negativa a aceptar la invitación o solicitud.

AFIRMACIÓN POSITIVA: Quiero darte mi respuesta a la invitación del otro día.

NEGATIVA: Lamento decirte que puedo hacerlo esta vez.

AFIRMACIÓN POSITIVA: Espero que en la próxima ocasión vuelvas a pensar en mí.

Cuando utilice la técnica del bocadillo, asegúrese de decir exactamente lo que piensa. No exprese su deseo de que recurran nuevamente a usted la próxima vez si realmente no le interesa. Si dice lo que realmente siente, la técnica del bocadillo será muy efectiva.