¿Qué es la terapia familiar?
La terapia familiar es una terapia psicológica basada en ayudar a los miembros de una familia a mejorar la comunicación, favoreciendo la resolución de sus conflictos.
Estas terapias suelen ser a corto plazo, sin embargo, en algunos casos es necesario alargar la terapia para procurar que los resultados alcanzados se mantengan en el tiempo y prevenir la aparición de recaídas. Pueden estar formadas por todos los miembros de la familia o sólo por algunos de ellos.
La técnica que se utilizará en cada caso dependerá del problema y las características y necesidades de la familia. Se enseñarán habilidades para profundizar en la relación familiar y afrontar posibles conflictos futuros.
Para qué se realiza terapia familiar
Estas terapias se realizan para ayudar con problemas que aparezcan entre padres, relación de los hijos con sus padres u otros miembros de la familia.
Se tratan aquellos problemas que surgen a partir de los cambios críticos que suelen darse en las relaciones familiares como, por ejemplo:
- Cambios en el área de la salud: enfermedades, daños o lesiones permanentes, muertes.
- Cambios en el área económica: pérdida de empleo, pérdidas económicas severas, etc.
- Cambios en el área social: cambios de domicilio, problemas de transculturación, etc.
- Cambios en el ciclo vital de la familia: niñez, adolescencia, edad adulta, vejez.
Se aplica a una amplia gama de desórdenes de conducta como, por ejemplo:
- Un niño o un adolescente que presenta trastornos de conducta o perturbaciones propias de la relación con su familia y es definido como el paciente identificado.
- Desórdenes matrimoniales (dificultades en diferentes áreas incluyendo la insatisfacción sexual o dificultades en la comunicación específicas).
- Problemas familiares o conyugales graves que provocan sintomatología como: síndrome de alienación parental, abuso psicológico.
- Cuando el problema de entrada es definido como conyugal o familiar por la familia misma.
O cuando el tratamiento individual o grupal está fallando debido a que:
- El paciente está muy involucrado en sus problemas familiares.
- Al psicólogo se le dificulta abordar los problemas familiares mientras no lo vea directamente «en vivo».
- La mejoría del paciente individual está correlacionada con la formación de síntomas en otros miembros de la familia.
- La cooperación de la familia es necesaria para permitir el cambio individual.
- Las ganancias secundarias de la sintomatología del paciente respecto al sistema familiar son elevados y necesarios para mantener la homeostasis familiar.
La terapia familiar es útil para solucionar cualquier problema que provoque estrés, dolor, ira o tensión en la familia.
La terapia familiar se puede llevar a cabo mientras se está sometido a otro tipo de tratamientos médicos o psiquiátricos. Ayudará a favorecer la comunicación; esto es favorecer la comprensión de unos a otros y realizar críticas constructivas llegando a un acuerdo.
¿Qué se hace en una terapia familiar?
Como ya se ha comentado anteriormente, no es necesario que vayan todos los miembros de la familia a la terapia en todos los casos, ya que según el problema nuestra psicóloga Dessirée Urbano decidirá que miembros deben participar.
Recuerda que la psicóloga es solo un mediador que actúa de árbitro de los conflictos familiares, por lo que dependerá de la implicación de cada miembro de la familia la duración y eficacia de la terapia.
Durante estas terapias se evalúa la capacidad de la familia para resolver problemas, expresar sus pensamientos y emociones. Se explora los roles y pautas de comportamiento de los miembros de la familia con el fin de identificar la causa del conflicto. Se identificarán los puntos fuertes y débiles de la familia en conjunto.
Se guiará a la familia para aprender nuevas técnicas para interactuar entre ellos y superar patrones poco saludables a la hora de relacionarse entre sí. Para que toda la familia pueda lograr un comportamiento comprensivo y solidario.
Duración de la terapia familiar
Existen diversos tipos de intervenciones según la duración:
Intervención en crisis: En este caso la intervención es intensa y llevada a cabo durante el tiempo de crisis, suele ser menos de un mes. Se realiza diariamente y tiene como objetivo poner remedio de forma inminente al conflicto.
Terapia familiar breve: Este tipo de terapia se efectúa con alrededor de 20 sesiones y con una duración promedio de 5 a 6 meses. El terapeuta es en muchas ocasiones el que fija el límite de las sesiones. Existe también una crisis, pero la situación es menos urgente. Algunas de las situaciones más frecuentes para someterse a este tipo de terapia son:
- Cuando hay un síntoma o conflicto que todos perciben y que, por lo tanto, están muy motivados para trabajarlo conjuntamente.
- Cuando se necesita cooperación familiar para la inducción a otro tipo de terapia, Ejemplo: hospitalización de uno de ellos.
- Cuando la pareja necesita ayuda inmediata para decidir un divorcio o una separación. Como continuación de la evaluación familiar y como prueba de la respuesta al tratamiento.
Terapia familiar a largo plazo: En este tipo de terapia no existe límite de tiempo. Para este tipo de terapia acuden familias inestables con problemas más complejos en diferentes áreas y requieren un apoyo externo a largo plazo.
Preparación antes de la terapia familiar
La única preparación que es necesaria para realizar terapia familiar es encontrar un psicólogo y pensar si es una buena opción y si es lo que necesita para su familia.
Se hará una evaluación antes de comenzar para detectar cuál el problema, así como el tipo de terapia que necesitan.
Resultados de la terapia familiar
Esta terapia no resuelve el problema de forma inmediata, pero a medida que vaya avanzando los miembros comenzarán a entenderse y comunicarse mejor y hacer frente a situaciones difíciles de forma más eficiente.