miedo al mar

Aunque no es muy común, hay muchas personas que tienen un gran miedo al mar, y eso precisamente es la talasofobia, el tener pánico al mar abierto o las playas. Esto produce que las personas que lo padecen ni siquiera pueden estar cerca de sitios de costa ya que les puede ocasionar estrés y ansiedad.

El origen de este tipo de fobia es algo que está en el interior de la persona y que se escapa del control de la persona que lo padece. Este miedo debe ser tratado con un psicólogo especializado y le ayude a disminuir la intensidad y sean capaces de exponerse al mar con normalidad.

Causas de la talasofobia

Hay muchos factores que influyen para que en alguien se de la talasofobia, pero el que más resalta es que pueda haber tenido una mala experiencia en el pasado, desde que haya sido arrastrado por una ola hasta el tener un problema al pasear en barco por ejemplo. Estas experiencias tan negativas son las que causan el impacto suficiente como para que no se atrevan a acercarse al mar.

Síntomas de la talasofobia

  • La talasofobia es algo que quienes lo padecen piensan inicialmente que no podrán superarlo dado que es una emoción difícil de controlar.
  • Saben que en cierta medida es irracional pero tampoco se atreven a superarlo.
  • Cuando se encuentran con extensiones de agua como por ejemplo un lago, empiezan a sentir síntomas de ansiedad, entre los que están un aumento en la presión y en las palpitaciones, sudoración, dificultad para expresarse… Todo esto se presenta casi de manera súbita.
  • La talasofobia también tiene que ver con el miedo a los animales que pueden estar bajo el mar, el miedo en pensar que estos animales puedan hacerle algún tipo de daño físico les ocasiona miedo y hasta pánico.
  • Entre los síntomas de la talasofobia también está el miedo a viajar sobre el mar, por ejemplo, al pasar en un avión o barco.

Cómo olvidar y superar la talasofobia

Hacer ejercicios de respiración es la base para poder superar la talasofobia, sobre todo si conoces técnicas de relajación, meditación y yoga. Todos estos conocimientos son muy útiles para relajarte ante la presencia del mar. Estar relajado hace que comiences a verlo de otra manera.

Si quieres bañarte lo mejor es hacerlo de manera progresiva. Entrar en el mar primero con tus pies y vas avanzando poco a poco para nadar. Si notamos algún síntoma de ansiedad saldremos del agua y siempre procurando hacer pie.

Buscar alternativas diferentes: Ir a la piscina, buscar playas sin oleaje, adquirir planes para ir en familia a estos lugares y que te acompañen en todo el proceso.

Hacer ejercicios de imaginación, donde te veas ante la inmensidad del mar y puedas disfrutar de él, así todo lo que sucederá de allí en adelante será familiar. Todo se supera con optimismo.