Como todo ser humano, es normal que padezcamos ciertas fobias o miedos que nos causan ansiedad. Sin embargo, no existe peor miedo que aquel que esté vinculado a la idea de poder morir.
A veces es normal que nos imaginemos situaciones potencialmente peligrosas a la hora de hacer alguna acción o vivir una situación. El pensamiento catastrofista surge cuando una persona comienza de forma irracional a imaginar muchas situaciones (muy poco probables), que puedan atentar contra su vida. Esto en casos extremos puede llegar a impedir tener una vida cotidiana normal.
Por eso trataremos en qué consiste el pensamiento catastrofista y si tú o alguien cercano a ti lo padecen podáis tener algunas herramientas que os ayuden a identificarlos.
Cómo identificarlo
El pensamiento catastrófico es una forma de exagerar o acrecentar una situación de la que puede ocurrir un accidente, imaginando el peor de los acontecimientos ante una situación nueva o situaciones diarias.
Está asociada con la emoción de ansiedad, y puede deberse a un trauma pasado. En muchas ocasiones la mente comienza a producir imágenes vividas de sucesos que podrían ocurrir por experiencias vividas pasadas o similares. Esto ocasiona que la persona comience a tener miedo a todo lo que le rodea.
Esto puede afectar de forma seria y grave a la convivencia y el estilo de vida de la persona que padece del pensamiento catastrofista. Suele ser común en personas que tienen un nivel alto de ansiedad y estrés, y con el tiempo y en casos extremos puede ocasionar depresión.
Síntomas más comunes
Los síntomas más frecuentes son:
- Palpitaciones fuertes en el pecho.
- Recreaciones mentales de situaciones peligrosas, exageradas y a veces imposibles.
- Ansiedad y estrés a niveles altos.
- Aumento de consumo de drogas o alcohol.
- Sudoración extrema, sobre todo cuando suele imaginarse la situación de extremo peligro.
- Comportamientos extremos: huraño y agresivo, o bien puede presentar un comportamiento sumiso, tímido y pesimista.
En algunas personas que tienen este tipo de pensamientos a menor nivel o enfocados en ciertos objetivos específicos, pueden ser controlados fácilmente con una terapia adecuada que les permitan afrontar su miedo con la ayuda de ejercicios complementarios en casa.
En el caso de personas que presentan este tipo de pensamientos a niveles mayores y en casi cualquier situación, es importante que visiten un psicólogo experto en el área cognitiva-conductual. Si crees que padeces esta situación ponte en contacto con nosotros.
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