¿Has visto alguna vez Harry Potter con tus hijos? Si has visto alguna de sus películas, seguro que recuerdas al primo de Harry, un niño mimado y malcriado por sus propios padres, que en uno de sus cumpleaños se enfadó porque tuvo menos regalos que en el anterior. Esa escena se podría comparar con lo que hoy en día se conoce como el síndrome del niño hiperregalado.

Pero en resumidas cuentas ¿Qué son los niños hiperregalados? Se trata de un síndrome que se manifiesta en los niños cuando los padres se dedican a darle muy frecuentemente (incluso muchos días seguidos), regalos o premios sencillos. Cuando en fechas especiales como la Navidad o su cumpleaños se dan menos regalos de los que normalmente recibe el niño, o su regalo “no cumple con sus expectativas”, estos niños manifiestan una agresividad explosiva y caprichosa, llegando a provocar berrinches sin importar quienes estén presentes.

Síntomas de los niños hiperregalados

Los síntomas de este síndrome se detectan con el comportamiento del niño, y suelen ser los siguientes:

  • Son caprichosos e inconformistas con todo lo que se les da.
  • Suelen tener poca creatividad, tienen muy pocas ganas de jugar con otros niños o con juguetes y tienen una autoestima muy baja.
  • Evitan la socialización con los demás, ya sean adultos o niños y les gusta mucho la soledad.
  • En fechas especiales como cumpleaños, Navidad o Reyes, suelen tener en cuenta el número de regalos, su tamaño y si realmente son importantes para ellos. Se frustran y se enfadan cuando no tienen lo que desean o no superan el número de regalos de otras veces anteriores, rechazando los que se ha dado de un modo egoísta y caprichoso.

Causas y soluciones

Las causas de los niños con este síndromese encuentran principalmente en los padres, ya que son los artífices de sus regalos y sus “mimos”. Estos padres son los que consienten y regalan todo lo que desean sus hijos, o bien quieren darle todo lo que ellos no pudieron tener en su infancia. Esto hace que el niño posea una sensación de grandeza y superioridad, y al no tener lo que quiere, mostrará agresividad y provocará berrinches hasta intentar conseguir lo que quiere. 

La mejor forma de evitar esto es:

  • Dejar de darle regalos a exagerados y excesivos a los niños y comenzar a enseñarles el valor de los que tiene.
  • Decirles que no cuando pidan algo y enseñarles a ganárselo.
  • Ser firme y no ceder ante el llanto o berrinche.
  • Establecer otros métodos de recompensa que no impliquen regalos.