El Trastorno por Déficit de Atención con/sin hiperactividad (TDAH), es un trastorno del neurodesarrollo de elevada prevalencia, estimada de alrededor de 5-7% en todo el mundo, en el que existen alteraciones significativas en la atención, la autorregulación, el control de impulsos y el nivel de actividad.

Éste, se inicia en la infancia y la aparición de los síntomas debe ser anterior a los 12 años, y deben darse en más de un ambiente (casa, colegio, trabajo, etc) durante un período mínimo de 6 meses. Y que, para considerarse un trastorno, debe suponer un deterioro funcional en la vida diaria, y la sintomatología no debe explicarse mejor por la presencia de otro trastorno.

Según define la American Psychiatric Association en su 5ªedición del Manual diganóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-V (APA.2013), se identifica por un patrón persistente de déficit de atención, actividad motora excesiva e impulsividad que resulta desadaptativo, está presente desde la infancia y provoca alteraciones en el desarrollo o el funcionamiento de diversas áreas vitales.

TDAH trastorno

Aunque aún no se conoce la causa exacta del TDAH, se sabe que es un trastorno neurobiológico con un indudable componente genético y que existe una alteración en el funcionamiento de dos neurotransmisothes cerebrales: la noradrenalina y la dopamina.

Estas dos sustancias no funcionaría de manera adecuada en algunas áreas del cerebro, en concreto en la corteza prefrontal; implicada en el control de algunas funciones , como son la atención, la concentración,  la memoria de trabajo, la resolución de problemas y el comportamiento dirigido a metas. El conjunto de actividades que realiza el área prefrontal se denomina «Funciones Ejecutivas», que son el mecanismo que permite programar y ejecutar nuestras acciones, especialmente aquellas de mayor complejidad. Sería por tanto, algo así como el director de orquesta de la cognición, ya que todas las actividades mentales que realiza el cerebro humano, están supervisadas por el área prefrontal, a través de las funciones ejecutivas.

Funciones del lóbulo prefrontal (Artigas-Pallares, 2003)

Memoria de trabajo

  • Mantener y manipular la información a corto plazo necesaria para llevar a cabo actividades: «mantener los datos en la cabeza».
  • Bloques de memoria temporal para cada tipo de modalidad sensitiva
  • Manipular los datos que se guardan en la cabeza
  • Espacio de trabajo. Espacio donde se combinan los datos

Control de la atención

  • Pensamiento divergente
  • Inhibición de respuestas inadecuadas

Marcar dónde está la intersección entre el razonamiento y la emoción

Experiencia de la emoción

Incorporación de los sentimientos en la toma de decisiones

Existen además, otros factores de riesgo relacionados, como son; circunstancias socioambientales muy adversas, problemas durante el parto, alteraciones neurológicas y déficit sensoriales, entre otros.

La edad de inicio se sitúa entre los 4 y 5 años. A esta edad estos niños presentan impulsividad, desobediencia, hiperactividad, muestran una propensión a tener accidentes (Bonita y Clavenna, 2005).

Al contrario de lo que se pensaba, el TDAH continúa en la adolescencia y en la vida adulta, y algunos de los síntomas que presentaban en la infancia suelen disminuir, ya que suelen encontrar métodos de compensación, especialmente en síntomas relacionados con la hiperactividad.

Los síntomas nucleares del TDAH son el déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Característicamente, al niño con déficit de atención le suelen describir como un niño despistado, desordenado, olvidadizo, que suele extraviar sus objetos y frecuentemente ensimismado («como en su mundo»), que parece no escuchar cuando se le habla. Suele tener dificultades para mantener la atención de manera prolongada y planificar sus tareas cotidianas, distrayéndose ante cualquier estímulo. El niño con hiperactividad e impulsividad también suele ser descrito como un niño con un nivel de actividad motora elevado, que mueve frecuentemente manos y pies, con dificultades para mantenerse sentado        («como si tuviera un otro por dentro»), impaciente, impulsivo,  y que suele hablar mucho, interrumpiendo conversaciones o contestando antes d que terminen de hacerle la pregunta.

No todos los niños presentan todos los síntomas. Es por ello, que en función del predominio de unos u otros síntomas, existen tres subtipos de TDAH: con predominio o subtipo inatento, predominio o subtipo hiperactivo/impulsivo, o subtipo combinado; tendrían una combinación de síntomas de los dos anteriores.

Por otra parte, es habitual que el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad), presente otros trastornos comórbidos.

Trastornos que muestran comorbilidad con el TDAH (Artigas, 2003)

  • Síndrome de Tourette
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Trastornos generalizados del desarrollo
  • Trastorno autista
  • Trastorno de Asperger
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado
  • Trastornos de la comunicación
  • Trastornos del aprendizaje
  • Dislexia
  • Discalculia
  • Disgrafía
  • Trastorno del desarrollo de la coordinación
  • Trastornos de la conducta
  • Trastornos de ansiedad
  • Depresión y otros trastornos afectivos
  • Retrasos mental

Para realizar una buena evaluación del niño/a y hacer un diagnóstico fiable, dada la complejidad del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, éste debe ser evaluado , diagnosticado y tratado de forma multidisciplinar por especialistas en la materia. La evaluación debe ser llevada a cabo de forma exhaustiva y por tanto, se invertirá en ella varias horas y sesiones.

El proceso de evaluación es necesario para determinar la presencia del trastorno asó como determinar posibles comorbilidades o diagnósticos diferenciales. Se trata por tanto de una tarea complicada en la que deberán tenerse en cuenta múltiples aspectos desde la evaluación neuropsicológica:

Historia evolutiva, médica y académica

Evaluación centrada en el niño

Evaluación centrada en la familia

Evaluación centrada en la escuela

Observación clínica

Si tienes sospechas de que tu hijo/a pueda tener un Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad (TDAH) debes acudir y ponerte en manos de un profesional cualificado y especializado en Neuropsicología y en el trabajo con niños.

Normalmente es la escuela o el pediatra el que suele hacer una primera derivación al Neuropsicólogo, que será el encargado de realizar la evaluación y confirmar o no la existencia de síntomas que pudieran ser característicos del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Es importante para la evaluación obtener información de otras fuentes distintas a la familia o personas que normalmente pasan mayor tiempo con el niño y actuar junto con otros profesionales de cara a la intervención y/o tratamiento.

trastorno por deficit de atención con hiperactividad TDAH

Psicólogos Málaga. Psicóloga Dessirée Urbano

Psicóloga TDAH. Experta en Neuropsicología Clínica Infantil