Problemas de conducta en niños y adolescentes; desobediencia; trastorno negativista desafiante.

Para los padres, resulta fundamental saber distinguir entre comportamientos de los hijos que entran dentro de la normalidad y otros que pueden ser indicativo de algún problema, como puede ser el trastorno negativista desafiante.

Desobedecer es inherente al niño, con la protesta exterioriza lo que no le gusta o que no está de acuerdo con lo que pides.  Sin embargo, a pesar de ser considerado un aspecto negativo, es necesario para el desarrollo de su inteligencia emocional ya que le permite descubrir, sentir emociones propias, describir, experimentar por ellos mismos dónde están los límites.

Es completamente normal la aparición de brotes de conductas disruptivas en ciertas fases del desarrollo infantil. Sin embargo, un niño sumiso, que dice a todo que sí, que no rechista, nos lleva a plantearnos que algo ocurre y debemos animarle a expresarlo. Esto hace que con el tiempo, genere en la persona dificultades a nivel psicológico que suelen verse reflejadas con el tiempo (ansiedad, estrés, depresión…)

A menudo, acuden a mi consulta padres abatidos, quejándose por la falta de obediencia de sus hijos ; “cuando le pido algo me dice que no”, “me contesta si algo no es de su agrado”, “me dice que su hermano qué, ”siempre quiere salirse con la suya”,” parece que quiere sacarnos de quicio”…

¿Qué debemos hacer?

Por muy contradictorio que parezca, protestar es sano para el niño, es indicativo de un buen desarrollo y lo que nos intenta hacer ver con esto es: “ Estoy aprendiendo, me cuesta cumplir con mis responsabilidades y necesito que tú me enseñes”. Es por tanto esencial que los padres cuenten con conocimientos básicos en pautas educativas, y sepan hacer uso de las distintas técnicas existentes para poder ir entrenando a los niños hasta que aprendan a comportarse de la manera que nosotros esperamos.  En la actualidad, contamos con el apoyo de muchos profesionales que pueden ayudar para hacerlo de forma adecuada y evitar futuros problemas de mayor gravedad.

El mal comportamiento en los hijos lleva a muchos padres a estar enfadados con sus hijos casi la mayor parte del tiempo. ¿Qué pasa cuando el enfado se toma por costumbre?

Pautas educativas

Cuando los padres están enfadados con sus hijos con frecuencia y  la mayor parte del día molestándoles casi cualquier cosa que hace el niño y refuerzan poco, transmiten al niño la idea de “eres malo” y  hagas lo que hagas te llevarás la bronca, de esta forma, el niño empezará a pensar que para qué se va a esforzar en hacer las cosas bien, o hacer las cosas de otra manera si siempre le tratarán de la misma forma.

Para que el niño llegue a estas conclusiones, se han tenido que dar en casa muchas de las siguientes circunstancias:

  • Reducir o eliminar los tiempos de juego. “Tal y como te has portado, no pretenderás que me ponga ahora a jugar contigo”
  • Dar largas explicaciones sobre lo que ha hecho mal.
  • Anticipar su comportamiento o hacer uso de etiquetas: “Os quedáis viendo la tele, ni se te ocurra pegar a tu hermano”, “ Siempre eres el que empieza”.
  • Dar órdenes en negativo, sin dejarle clara la conducta que se espera de él: “No te subas en la silla”, ”No corras”, en lugar de “Siéntate en la silla para poder tomarte el desayuno”, “Dame la mano para poder ir caminando juntos”….

A pesar de las buenas intenciones de los padres al emplear estas técnicas, no hacen otra cosa que aumentar el número de situaciones desagradables en la familia, afectando negativamente en la dinámica familiar y las relaciones entre los miembros que la componen.

Es muy importante también  tratar de distinguir entre niños desobedientes y niños con algún tipo de trastorno, en cuyo caso habrá que acudir lo antes posible a un especialista.

Síntomas

Algunas pistas a tener en cuenta para diferenciar entre desobediencia propia del desarrollo y otro trastorno de mayor gravedad pueden ser:

  1. A menudo se encoleriza en incurre en pataletas
  2. Con frecuencia discute con adultos
  3. A menudo desafía activamente a los adultos y rehúsa cumplir sus obligaciones
  4. Normalmente molesta deliberadamente a otras personas
  5. A menudo es susceptible o fácilmente molestado
  6. Con frecuencia es colérico o resentido
  7. A menudo es rencoroso o vengativo
  8. Repetidamente acusa a otros de sus errores

Criterios diagnósticos para el trastorno negativista desafiante DSM-IV-TR (APA,2002)

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